EL LUGAR ES IDEAL PARA PASAR UNA SEMANA SANTA EN CONTACTO CON LA NATURALEZA
IMBERT, PUERTO PLATA.- Los “27 Charcos del Río Damajagua” de Puerto Plata son una verdadera atracción ecológica para quienes buscan un día de aventura y disfrute natural. Durante este feriado de Semana Santa no hay mejor opción que disfrutar de los encantos que tiene este espléndido lugar que encierra aventura, exploración y lo más importante de todo, contacto con una de las bellezas naturales más espectaculares de la zona norte.
Ubicados en el municipio Imbert de Puerto Plata, los famosos “27 Charcos de Damajagua” atraen un sinnúmero de turistas locales, nacionales e internacionales interesados en conocer o en repetir la visita a una de las maravillas naturales de este país en su aspecto virgen.
Río y Rancho Damajagua
“La palabra se deriva de un vocablo taíno. El origen del nombre del río y sus charcos se deben a las damajaguas, árboles que crecen en la ribera. Esta planta mantiene el río con mucha agua durante mucho tiempo y se pueden encontrar especialmente desde el charco número doce en adelante”, explicó José Antonio Díaz López, encargado de la Asociación de Guías Turísticos “Dajaos de Damajagua”(AGRD).
El río Damajagua es resultado de la confluencia de numerosas cascadas y manantiales que se gestan en las cimas de las montañas de los municipios Altamira e Imbert de Puerto Plata.
El lugar es un verdadero ejemplo de ecoturismo y turismo sostenible, ya que todo lo que allí se oferta a los visitantes está relacionado con lo criollo y lo natural, pues al llegar nos encontramos con un rancho típico donde hay un lobby para recibir a los visitantes, gift shop, tienda de tabacos, de artesanías y baños. Luego observamos tres ranchetas más donde se encuentran bar, restaurante-bufé y el área donde hay chalecos salvavidas y cascos protectores necesarios para iniciar el recorrido.
Riesgos y atractivos entre hermosas cascadas de agua
Para realizar el venturoso recorrido y llegar hasta la cascada número veintisiete, lo primero que se necesita es mucho entusiasmo. Al llegar al rancho, comprar el paquete de nuestra preferencia definirá tiempo, precio, guías para el recorrido y equipos protectores que servirán para evitar cualquier inconveniente durante el tour y, lo principal, ropa cómoda para caminar y en especial trajes de baño.
Las distancias y horas para llegar a Imbert dependen del lugar donde nos encontremos, pues desde Santo Domingo hasta Imbert se calculan de tres y media a cuatro horas; desde Santiago, de cuarenta y cinco minutos a una hora, y de Puerto Plata, de veinte a treinta minutos por la carretera Puerto Plata-Santiago.
Según José Antonio Díaz, de acuerdo con la preferencia de hasta qué charco el turista desee llegar, se establecerán las horas y tarifa del tour. “De la primera cascada a la séptima el precio es de unos ocho dólares por turista internacional y RD$200.00 por turista nacional o local; una segunda etapa se inicia desde la cascada doce con RD$230.00 dominicanos y RD$310 extranjeros y hasta el charco 27 las tarifas son RD$290.00 dominicanos y RD$490.00 extranjeros”.
“No hay máximo de personas para realizar el tour, lo que hacemos es que por cada cuatro personas disponemos de un guía ya que al comprar un paquete incluimos los guías y equipos de seguridad. Hay muchas personas que creen que es peligroso el lugar y es todo lo contrario porque nos avalan nuestro personal calificado y los equipos de seguridad. No hay riesgos en este lugar porque existe mucha seguridad”, explica el encargado.
Desde que llegamos a Rancho Damajagua nos encontramos con una serie de atractivos: un maravilloso tour por las cascadas y los saltos más hermosos de la zona, el trato preferencial y especial de los guías turísticos, tiendas para llevar un regalo o suvenir y una cita con lo criollo al regresar del tour; comida típica a nuestro gusto para reponer energías que podemos ordenar antes de iniciar el recorrido.
Durante el feriado de Semana Santa sólo se realizan tours hasta el jueves, pero durante todo el año se puede visitar este monumento natural.
Asociación Dajaos de Damajagua
La Asociación de Guía del Río Damajagua “Dajaos de Damajagua” (AGRD) es un verdadero ejemplo de organización y responsabilidad por el ecoturismo. Está amparada por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, con la que conjuntamente han adoptado una serie de reglas para esta reserva natural y ecológica.
“En 1998 surge esta asociación y con el tiempo nos hemos organizado y capacitado en diversas áreas para brindar un mejor servicio. Somos alrededor de cuarenta y cinco personas, entre estas 37 son guías turísticos, seis en el área administrativa y los negocios y dos encargadas de la limpieza del rancho y sus instalaciones, todos bajo la coordinación del presidente, Gil Vargas, y de quien les habla”, expresa el encargado, José Antonio Frías sobre el gremio.
José Antonio comentó que desde 1995 comenzaron a llegar diferentes compañías turísticas al lugar a hacer tours y safaris. “Sólo éramos ayudantes de los guías nacionales pero luego nos organizamos y formamos la asociación, propusimos tarifas estables, sueldos para los guías, capacitación en ecología, primeros auxilios, seguridad y creamos el centro de visitantes o Rancho Damajagua, donde hay diversos servicios y hoy día recibimos a la semana unas 15 ó 20 compañías de tours que traen a sus turistas a explorar y disfrutar de esta atracción”.
Como todo atractivo existen reglas pertinentes para poder disfrutar de esta maravilla del norte, como:
-Hacerse acompañar de un guía y escuchar sus consejos y pautas.
-Llevar zapatos cerrados, chaleco y casco protector.
-No separarse del grupo durante el tour ni desviarse del camino establecido.
-No se permiten niños menores de ocho años.
-Se prohíbe pescar, escribir en árboles, hojas, rocas ni ningún elemento natural del área protegida.
Con sólo cumplir estas reglas y disponerse a explorar este monumento natural basta para conocer una de las imponentes maravillas de que está privilegiado este país.
DAMA JAGUA
Tal cual establecen las entidades ecológicas del mundo, Damajagua o Damagua es un árbol en vías de extinción, del cual se extrae una fibra con la que se fabrica una tela, la cual se somete posteriormente a un procedimiento para estirarla y desmancharla.
Con la Damagua se fabrican sombreros, flores, manteles y figuras de animales que sirven de adorno.
Otras fuentes confirman que es un árbol del bosque húmedo de la costa del Pacífico y de la Amazonía, científicamente conocido como Poulsenia armata, perteneciente a la familia de las Moraceae, sus frutos son comestibles y sus fibras se tejen.
En Centroamérica se siembra como ornamental por sus flores vistosas. En los pantanos, sus troncos y ramas acostados se arraigan en el lodo y contribuyen a la formación de suelo. La madera fibrosa puede utilizarse para cordelería y se usa también como leña. Sus usos son diversos: ornamental, maderable y combustible.